Las ventajas del ejercicio al aire libre

En Chester College nos gusta que los niños estén en contacto con la naturaleza para que aprendan a interactuar con el entorno que les rodea desde pequeños mientras realizan alguna actividad física. Por eso cuando hace buen tiempo aprovechamos las instalaciones del Colegio para que hagan ejercicio y compartan juegos respirando aire limpio y disfrutando de los rayos de sol.

Son numerosos los estudios que avalan los beneficios de estar al aire libre, sobre todo en el caso de los niños. Una investigación publicada en el «Journal of Environmental Research and Public Health» señala que los pequeños hacen deporte al aire libre obtienen más beneficios:

Creatividad: es obvio que jugar al aire libre incrementa la energía de los niños, pero también su creatividad. La imprevisibilidad del entorno (si lo comparamos con espacios cerrados) introduce el factor sorpresa en las actividades al aire libre. Esto hace que tengan que agudizar más el ingenio, lo que desarrolla su creatividad y promueve la imaginación.

– Fomenta la autonomía y la independencia dándoles herramientas para encontrar soluciones por sí mismos.

Relajación: la actividad física ayuda a frenar los impulsos de los niños que aún no saben controlar el exceso de nervios o de energía. Una investigación de la Universidad de Coventry, en Reino Unido, ha revelado que el ejercicio en un espacio abierto reduce la presión arterial más de lo que lo hace un ejercicio en entornos cerrados o anaeróbico.

Promoción de las relaciones sociales tan necesarias entre los niños: los que son más tímidos encuentran en la naturaleza un buen estímulo para desarrollar sus habilidades sociales. Poco a poco aprenden a superar la timidez y van ganando confianza en sí mismos.

Los estudios demuestran que el nivel de endorfinas (conocidas también como hormonas de la felicidad) que se genera haciendo deporte al aire libre es mayor que en un espacio cerrado. Pero además cuando se hace en compañía, con compañeros de clase, familia o amigos, el nivel de endorfinas aumenta aún más, lo que nos impulsa a relacionarnos.

Pero además, en el Chester College las actividades al aire libre se realizan usando el inglés como lengua vehicular. Esto promueve que los alumnos a los que les cuesta más trabajo practicarlo en clase por timidez o vergüenza se suelten con más facilidad para interactuar con sus compañeros de un modo más informal.